sábado, 11 de febrero de 2017

PROYECTO DE COMPETENCIAS Y CAPACIDADES PARA LA VIDA FE Y ALEGRIA EL LIMONAR 2014
COMPETENCIAS Y CAPACIDADES PARA LA VIDA: Una propuesta de formación humana básica para
enfrentar los retos del mundo de hoy
1. PROBLEMA
En Colombia, un país privilegiado con talento humano y recursos naturales -pero desgarrado por la
guerra-, la muerte violenta ha sido la forma más frecuente de morir desde hace más de una década.
Mientras la tasa promedio de homicidios en el mundo es más o menos 4 por cien mil habitantes,
Colombia tiene una tasa aproximada de 76. Una de cada tres muertes en Colombia es ocasionada por
una causa violenta. Las distintas formas de violencia (intrafamiliar o doméstica, conflicto armado
interno, delincuencia común, desplazamiento forzoso, secuestro y masacres) constituyen hoy en día
la más grave amenaza a la vida, la salud y el bienestar de los colombianos.
Es incuestionable que el costo social, político, económico, cultural y espiritual de las violencias en
Colombia es enorme, aunque difícil de cuantificar y abarcar en sus dimensiones reales. Las violencias
ocasionan destrucción de capital humano y del tejido social, deterioro de la calidad de vida,
distorsión de valores, alteraciones en la salud mental individual y colectiva, y muchas otras formas
de pobreza. La violencia, especialmente la que se vive y aprende en el hogar, tiene la posibilidad de
condicionar ciclos transgeneracionales de violencia.
Niños, niñas y adolescentes en Colombia no se libran del impacto negativo que la violencia tiene en
nuestro país. Por el contrario, son víctimas frecuentes y desgraciadamente, en algunos casos,
protagonistas de hechos violentos. En los barrios más violentos de Cali, por ejemplo, en donde las
tasas de homicidios llegan a 800 por cien mil habitantes, la gran mayoría de víctimas son hombres
menores de veinticuatro años; el maltrato infantil constituye en nuestro país una de las principales
formas de violencia intrafamiliar, y casi la mitad de los desplazados también son niños y niñas; la
participación directa, voluntaria o forzada, de niños y jóvenes en el conflicto armado representa una
de las violaciones más graves de todos sus derechos.
A comienzos del nuevo milenio, la gente joven en Colombia no sólo se enfrenta con el enorme
desafío de sobrevivir a la barbarie y con la tarea impostergable de crecer en medio de una cultura de
la violencia, en la que es fácil perder de vista el ideal del Hombre y la Mujer de construcción de una
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sociedad más justa y equitativa, más tolerante y solidaria, y menos excluyente y violenta. También
debe abrirse paso en medio del abismo en el reparto de la riqueza, el desempleo, la urbanización
acelerada, la falta de oportunidades, los cambios en las funciones y valores sociales, las
transformaciones en la estructura y dinámicas familiares, y la influencia progresiva de la tecnología y
los medios de comunicación en la vida personal y familiar.
En medio de este panorama tan complejo y confuso resulta evidente que hoy más que nunca, los
niños, las niñas y los jóvenes de nuestro país requieren una verdadera educación para la vida que les
ayude a superar con éxito la transición hacia la edad adulta.
Los barrios periféricos de las principales ciudades de Colombia donde funcionan los centros
educativos de Fe y Alegría presentan un perfil socioeconómico y demográfico en riesgo de exclusión
social. Se trata de personas con recursos mínimos, en su mayoría desempleadas; las que trabajan, lo
hacen en el sector informal. Muchas personas han sido víctimas de procesos de desplazamiento,
desarraigadas de sus lugares de origen y de sus normales circunstancias vitales.
En estos contextos de vulnerabilidad y de manera particular en las zonas urbano-periféricas donde se
ubican los centros educativos partícipes del proyecto, la población infantil y juvenil tiene vulnerados
sus derechos, comenzando por el derecho a la salud y a la educación. Los problemas de salud están
relacionados con hábitos y estilos de vida que no son saludables, dentro de las familias de estos
sectores se presenta con frecuencia violencia intrafamiliar y maltrato infantil, prevalece una cultura
patriarcal y machista que fácilmente permite que discriminar a las mujeres relegándolas a la
condición de trabajo en el hogar o en roles subordinados que no favorecen el desarrollo equitativo de
las personas, un buen número de niños y niñas asumen roles de personas adultas en sus hogares
debido a la ausencia de los responsables. En general crecen en contextos faltos de regulación, sin
tiempo e interés en establecer normas que dispongan límites claros en su comportamiento y en sus
hábitos, razón por la cual les cuesta aceptar las normas del colegio, y se dificulta la labor de formar
personalidades autónomas y autorreguladas.
La problemática ya compleja de por sí, empieza a complejizarse aún más en el centro educativo. En
efecto al analizar el personal directivo la situación que debe afrontar en los centros educativos, en
términos generales sostienen que las problemáticas de las nuevas generaciones escolares y los
cambios societales más amplios, han puesto en crisis las capacidades de gestión de los equipos
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de dirección, desbordando la capacidad institucional para generar entornos favorables al
aprendizaje. Algunas causas que ellos han identificado están relacionadas con:
En Colombia la política pública educativa se ha enfocado a los temas de cobertura y gratuidad;
sin embargo no se está garantizando la calidad en los procesos educativos.
El sector educativo colombiano debe enfrentar la compleja problemática social en contextos de
vulnerabilidad con herramientas inadecuadas y descontextualizadas.
El arraigo de una cultura escolar desarticulada del contexto.
La habitual construcción individual y no diferenciada de las estrategias de aula no permite la
construcción pedagógica colectiva.
Este análisis situacional cobra otros matices al verlo desde la óptica del colectivo de educadoras y
educadores que día a día desarrollan trabajo en el aula. Las educadoras y los educadores
reconocen que poseen una formación insuficiente para afrontar adecuadamente las demandas
educativas en convivencia y ciudadanía de la población escolar. Las causas que propician esta
problemática situación son las siguientes:
La sociedad no contempla la integralidad de la formación de la persona
Las facultades de educación forman educadoras y educadores descontextualizados para la escuela
de hoy}
La subvaloración que hace la sociedad de la profesión docente es una de las causas que genera
poca motivación en las educadoras y los educadores para cualificarse
El no contar con la formación adecuada para hacer frente a la población escolar vulnerable
genera desmotivación de educadoras y educadores e inmovilización pedagógica
Alto nivel de estrés producto de la compleja problemática de sus estudiantes
Se dificulta la formación en cascada, ya que el proceso de multiplicación se alarga demasiado,
pasando la información y la formación por muchas personas lo que dificulta que la formación
llegue tal y como se ofrece a nivel central.
Toda esta compleja problemática se manifiesta en el seno de la comunidad escolar del modo
siguiente:
El debilitamiento del sentido de la función educadora al surgir en cada una de las personas
educadoras sentimientos de frustración que generan rutina e inmovilización de su función
docente
Se aprecia un alto porcentaje de la población escolar que ve irrelevante la educación que recibe
para la construcción de su proyecto de vida
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Las comunidades educativas tienen dificultades para genera cultura de convivencia pacífica en la
Institución Educativa
Surgen en la comunidad educativa relaciones conflictivas que dificultan el adecuado desempeño
Existen miro-comunidades permisivas, encubridoras, que facilitan el reconocimiento como líderes
a las personas con roles de vida negativos, otorgándoles poder, respeto y autoridad
Prevalece en un buen número de personas jóvenes una mentalidad de desesperanza y negatividad
que fácilmente se expande
Existe un grupo de personas jóvenes que se dedican a vivir el día a día de manera acelerada
inclusive involucrándose en problemas delictivos a muy temprana edad
La oferta laboral más cercana a sus contextos corresponde a la economía informal y los trabajos
ilegales que proporcionan dinero fácil y acomodación social de corto plazo
El colectivo escolar presenta debilidades en su construcción ética y responsabilidad del cuidado
de sí, de los demás y del entorno medioambiental.
Este es un cuadro descriptivo general de las complejas problemáticas que deben afrontar las
comunidades educativas en Colombia. Ya, de forma específica los datos recientes del DANE
confirman las situaciones reales y concretas de los niños, las niñas y las personas en edad
adolescente que viven en zonas vulnerables de Bogotá. En el segundo semestre de 2011 el
Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE y la Secretaría de Educación de Bogotá
realizaron la “Encuesta de Convivencia Escolar y Circunstancias que la Afectan –ECECA, para
estudiantes de 5° a 11° de la Ciudad de Bogotá”. El objetivo de la encuesta: identificar los
factores que afectan la convivencia escolar en estudiantes de grados 5° a 11° de Bogotá, que se
encuentran matriculados en establecimientos públicos y privados. Los siguientes son algunos de los
hallazgos del estudio:
a. A la pregunta, ¿cuántas veces un(a) compañero(a) de tu curso te rechazó o no te dejó estar
en su grupo?1, 16,3% de los estudiantes de grado 5° respondió que “una vez” y 3,0% que “5 ó
más veces”. Este mismo comportamiento se presenta en los estudiantes de los grados 6° a 9°.
Para los estudiantes de los grados 10° y 11°, la participación de la frecuencia “Ninguna vez”
es mayor en 12 puntos porcentuales en comparación con la de los otros grados escolares.
b. 17,4% de los estudiantes de grado 5°, 12,6% de los grados 6° a 9° y 5,5% de los grados 10° y
11°, aseguran que un compañero de su curso lo ofendió o le pegó todo el tiempo, durante el
periodo de referencia. Por sexo se observa que los hombres están más expuestos a este tipo
de situación (13,7%), en comparación con las mujeres (9,8%).
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c. 11,4% de los estudiantes de grado 6° a 9°, manifiestan han sido víctimas de algún tipo de
amenaza, ofensa o presión por parte de alguna persona del colegio, a través de Internet.
d. 11,1% de los estudiantes de básica secundaria (entre los grados 6° y 9°) y 9,5% de los
estudiantes de media (entre los grados 10° y 11°) aseguran haber pertenecido alguna vez a
una pandilla. Por sexo, la proporción de estudiantes que han pertenecido a pandillas es
superior en los hombres (13,8%) que en la mujeres (6,4%).
e. La desagregación por sexo de la frecuencia en el consumo de bebidas alcohólicas indica que
el 59,4% de los hombres y el 60,9% de las mujeres nunca han consumido licor. La proporción
de mujeres que consumen bebidas alcohólicas “menos de un día al mes” es 19,4% y la
proporción de hombres que registran esta frecuencia en el consumo es 17,2%. Las mayores
frecuencias en el consumo de licor se registran en los hombres, así por ejemplo el 6,8% de los
hombres manifestó consumir bebidas alcohólicas “1 o 2 días a la semana” frente al 4,4% de
las mujeres que indicó la misma frecuencia.
f. Los resultados obtenidos con las respuesta a la pregunta ¿con qué frecuencia consumes
drogas? registran que 97,1% de los estudiantes de 5°, 92,9% de los estudiantes de 6° a 9° y
89,8% de los estudiantes de 10°y 11° nunca han consumido drogas. 94,3% de las mujeres y
91,3% de los hombres nunca han consumido drogas.
g. 84,5% de los estudiantes de grado 5°, opinan que la situación que más afecta el ambiente del
salón de clase es la indisciplina.
h. Los estudiantes de los grados 6° a 9° resaltan la indisciplina (86,6%) sin embargo 56,7% opinan
también que las agresiones verbales entre compañeros perturban el ambiente del salón de
clase.
i. Los estudiantes de los grados 10° y 11°, resaltan la indisciplina (82,1%), las agresiones
verbales entre compañeros (54,5%) y los chismes (38,1%) como los principales eventos que
inciden en el clima del aula.
j. A la pregunta ¿existe un ambiente agradable y de sana convivencia en tu salón de clase?,
58,8% de los estudiantes de grado 5°, 62,0% de los estudiantes de grados 6°a 9° y 82,1% de los
estudiantes de grados 10° y 11°, opinaron que “Sí”.
k. En la encuesta se indagó ¿cuántas veces un profesor(a) te insultó durante la semana pasada?
A esta pregunta, 85,7% de las mujeres y 84,2% de los hombres manifestaron que no fueron
insultados por un profesor en el periodo de referencia, mientras que 10,7% de mujeres
informaron haber sido insultados “una vez”.
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l. 37,2% de los estudiantes de 5° a 11° de los establecimientos educativos oficiales de la ciudad
de Bogotá, informaron que algún compañero de su curso llevó armas blancas al colegio
durante el periodo de referencia.
m. De los 409, 554 estudiantes de 5° a 11° de los establecimientos educativos oficiales, el 3,9%
asegura que algún compañero de su curso llevó armas de fuego al colegio durante los últimos
doce meses.
n. A la pregunta “en los últimos doce meses ¿has visto dentro del colegio peleas, ataques u
otros tipos de violencia realizados por pandillas?”, respondió afirmativamente 18,9% de los
estudiantes de grado 5°, 30,1% de los estudiantes de grados 6° a 9° y 31,7% de los estudiantes
de grados 10° a 11°.
o. En los grados 6° a 9°, 1,6% de los estudiantes manifestaron haber vendido drogas dentro del
colegio; para los grados 10° a 11°esta proporción aumenta a 2,2%.
p. Con relación a los incidentes en el camino de ida y vuelta al colegio, se les preguntó a los
estudiantes sobre la frecuencia con que fueron víctimas de atraco con un arma en el periodo
de referencia. Los resultados por jornada indican que 10,7% de los estudiantes de la jornada
de la mañana, 12,6% de la jornada de la tarde y 14,1% de la jornada completa, fueron
atracados una vez durante los últimos doce meses.
q. El 4,4% de los estudiantes de 5° a 11° de la ciudad de Bogotá, manifestaron que en el camino
de ida o vuelta de su colegio alguien los hizo sentir incómodos al tocarle alguna parte de su
cuerpo de manera sexual, en el periodo de referencia.
r. Para el Total Bogotá, 23,6% de los estudiantes de 5° a 11° respondieron “Sí” a la pregunta
“¿Se pueden conseguir armas de fuego en tu barrio?”
s. El 10,3% de los estudiantes de 5° a 11° de la ciudad de Bogotá, manifestaron que “Todos los
días” se presenciaban atracos en las calles de su barrio.
t. 50,3% de los estudiantes de la ciudad de Bogotá informan que en su barrio hay pandillas y
16,7% que nos las hay.
Después de varias reuniones con equipos pedagógicos y coordinadores nacionales se logró establecer
la relación entre los problemas antes descritos, las causas y los efectos, tal y como se presentan en
el siguiente árbol de problemas.
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2. JUSTIFICACIÓN
En Colombia, las niña

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